“No podrás descubrir nuevos océanos, a menos que tengas el coraje de perder de vista la costa”.
— André Gide
La verdad es que tu rendimiento en la escalada es como un rompecabezas formado por un número infinito de piezas. El proceso de aprendizaje al escalar es tan multifacético como este rompecabezas. Para mejorar realmente nuestras habilidades de escalada, es necesario encontrar primero cada pieza del rompecabezas, para luego juntarlas todas y así formar una imagen armoniosa.
Este libro tiene como objetivo ayudarte a analizar correctamente tus propias capacidades para la escalada y en base a esto poder crear un plan de entrenamiento individual.
En este libro no se dan prescripciones generales (p. Ej. 50 dominadas con un solo brazo con énfasis en la fase excéntrica-dinámica negativa), ni es tampoco otro libro sobre aseguramiento y tipos de nudo. Nos preocupa aquí aprender a reconocer nuestras propias fortalezas y debilidades para así poder cambiarlas.
Está más que claro que esta “búsqueda” es un proceso continuo, porque nunca termina, ya que las condiciones se encuentran en constante cambio. Todo escalador experimentado te dirá: cuanto más sepas sobre la roca, sobre el entrenamiento, sobre tus propias fortalezas y debilidades, más te darás cuenta de cuánto te queda por aprender...
Por supuesto que uno podría a veces preguntarse: ¿pero por qué debería mejorar? La escalada es una actividad que se vuelve tan importante y tan arraigada en las personas que el solo hecho de practicarla ya es satisfactorio. También hay muchos efectos secundarios agradables asociados con la escalada: viajamos y conocemos lugares y situaciones completamente diferentes a nuestra vida diaria. Al escalar sentimos nuestra fuerza y la del entorno natural, además llegamos a conocer a otras personas.
No tienes que querer mejorar para disfrutar de todas estas cosas. Sin embargo, los aumentos en el rendimiento y el sentido de logro asociado también son una fuente de satisfacción y no entran en conflicto con lo anterior.
Todo escalador conoce la gran sensación que uno tiene cuando el desfile de pesadillas de repente se vuelve un éxito solo porque uno ha cambiado un poco el peso de su cuerpo (por ejemplo), o esos días especiales en los que las leyes de la gravedad no parecen aplicarse, cuando los años de experiencia, todas las habilidades cuidadosamente apreciadas y una larga preparación se unen para un ascenso inolvidable de lo que antes había sido una vía “imposible”.
El poder “alargar” los límites personales llena a cada escalador de orgullo y alegría. Por todo esto, más allá de la actividad real, la escalada pasa a formar parte de la personalidad.
La capacidad de moverse escalando surge de un amplio espectro de posibilidades del cuerpo humano, pero la escalada no sólo está formada por habilidades del cuerpo, también está determinada por la mente. Las situaciones críticas en particular, en las que uno está exhausto o con miedo, requieren de una escalada controlada, precisa y fluida. Esta tensión entre nuestros miedos primarios y la necesidad de dominarlos es otro de los atractivos de la escalada.
A diferencia de muchos otros deportes, como la gimnasia artística o el patinaje artístico, los avances en el rendimiento de la escalada no solo se reservan para el florecimiento de la juventud, pues aunque la constitución física es un factor importante, está lejos de ser lo único que determina el rendimiento. Otros aspectos importantes son la técnica, la experiencia, una cabeza fuerte y ser capaces de hacer una correcta autoevaluación.
Mientras te diviertas y estés motivado, podrás mejorar. En Fontainebleau, Francia, por ejemplo, se puede ver cómo todos los integrantes de la familia van juntos a escalar. En Alemania, muchos de los pioneros de la escalada deportiva de la década de los años 70 continúan escalando con alegría, muchos de ellos incluso mejor que nunca.
“Oh discípulo, ¿dónde me buscas? Mira, estoy a tu lado. No estoy ni en el templo ni en la mezquita ni en ritos o ceremonias, y tampoco en el yoga o en la abstención. Si realmente me buscas, deberías mirarme de inmediato. Me puedes encontrar justo aquí”.
— Kabir, canciones
Por supuesto, la búsqueda de la mejora también tiene sus desventajas, pues nadie puede garantizar que alcanzarás tus objetivos. A veces mejoras muy rápido pero también hay períodos en los que, a pesar de todos tus esfuerzos de entrenamiento, luchas contra el estancamiento o incluso contra no empeorar. Es más probable que estas experiencias te frustren más que añadan algo positivo a tu vida. Por ende para que la escalada sea algo realmente satisfactorio para ti, tu entrenamiento debe traer un éxito constante y cumplir con tus expectativas.
Con el entrenamiento adecuado, el éxito es realmente predecible. Pero si entrenas incorrectamente, por ejemplo, demasiado fuerte o demasiado suave, probablemente no vas a mejorar, sino al contrario. El grado de nuestra mejora depende en gran medida de la intensidad y de la calidad de nuestro entrenamiento. El cómo y cuánto nos esforzamos determina lo que podemos cosechar.
Finalmente, el factor tiempo también juega un papel. Incluso para los escaladores profesionales, el día solo tiene 24 horas, por lo que el tiempo que se puede dedicar a la escalada es, por supuesto, limitado. La mayoría de las técnicas de entrenamiento no dan sus frutos de forma inmediata, sino quizás solo después de un año, por lo que estos entrenamientos pueden ser prácticamente considerados como inversiones a futuro. Para que estas inversiones en entrenamiento valgan la pena y conduzcan al éxito, en lugar de perder el tiempo desgastando tus articulaciones, deberías disponer de un conocimiento sólido sobre entrenamiento.
En este libro queremos examinar los procesos y las asociaciones que determinan la escalada. Solo aquéllos que ven estas conexiones, solo aquéllos que pueden explicar por qué el entrenamiento trajo esto o aquéllo o no, lograrán escalar cada vez mejor durante un período de tiempo más largo. Y todos queremos eso, ¿verdad?
Mientras escribía este libro, tres personajes de ficción se asomaron por encima de mi hombro. Me he encariñado tanto con los tres que quiero seguir su carrera como escaladores en los respectivos capítulos. Aunque son personajes de ficción, tienen las mismas dificultades, penurias y éxitos que los verdaderos escaladores. ¡Estas personas son completamente ficticias y cualquier parecido con personas o situaciones reales es accidental pero intencional!
Max
Max, de 21 años, en realidad solo tiene un objetivo: quiere convertirse en el mejor escalador del universo. Durante los nueve años que lleva escalando, siempre ha entrenado y siempre ha estado con los mejores escaladores que ha conocido en el camino. La naturaleza le dio a Max el cuerpo perfecto para escalar (175 cm, 60 kg, envergadura de 185 cm), y ahora la idea es poder aprovecharlo al máximo. Las otras condiciones también son extremadamente favorables: Max estudia (0.33 horas a la semana) en una pequeña ciudad universitaria muy cerca del gigantesco Crankerjura.
Julia
Julia ha practicado muchos deportes en sus 27 años de vida: ballet y gimnasia cuando era niña, luego tenis y estuvo durante un corto tiempo en el club de atletismo. Ahora trabaja como empleada de seguros. Este trabajo hace que sea muy difícil para ella mantenerse en forma. Para no ser derrotada en la batalla constante contra la balanza (¡pesa 59 kg y mide 170 cm!), suele ir a clases de aeróbicos en un gimnasio. Julia conoció a Bruno hace un año, de quien ahora es novia.
Bruno
Bruno escala desde que estuvo en la Policía Federal de Fronteras hace 12 años. En ese entonces, a menudo conducía hacia las montañas con sus amigos, acampaban en la selva, bebían mucho junto a la fogata por las noches y hablaban de sus heroicas aventuras de escalada. En este momento, Bruno también comenzó con el culturismo. Esto le dio un aumento realmente impresionante en su peso corporal de unos míseros 65kg a unos aceptables 90 kg para una altura de 180 cm. Bruno ahora es copropietario de una tienda de videos y durante toda la semana espera con ansias el fin de semana para poderse ir a escalar. Éste es para él el mejor momento, especialmente porque ir a escalar le permite interpretar el papel de instructor de escalada de Julia. ¶
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